¡¡¡Por fin hemos terminado de grabar!!! Ayer terminamos todo lo que nos faltaba. Jesús grabó varios solos fantásticos en Birds in the head, in our veins y land. Pachi grabó algunas pequeñas percusiones que hacían falta y Yeni hizo una armónica en el final de southbound. Jesús y yo hicimos nuestras guitarras de Like a Hurricane (los dos llevábamos por casualidad sendas camisetas de sweet little sister, parecíamos hermanos). Y yo canté land, en mi opinión el tema más difícil del disco, pero quedó de puta madre, con ese final a mitad de camino entre los doors y los allman brothers.
El ambiente por la tarde era de absoluta euforia. Mario y Abraham estaban graciosísimos, cómo si hubiesen tomado mdma o algo jejejeje. La verdad es que había una atmósfera de felicidad que podía palparse. Jesús se emocionó muchísimo cuándo canté Land. Es un tema muy importante para él y yo le debía una buena letra y una buena interpretación, creo que lo he conseguido.
Pachi llegó con nuestro gran amigo Danisabbath con el regalo sorpresa que le habíamos preparado a Alfonso: un completo surtido de productos extremeños, jamón, lomo, quesos, vinos, mermeladas, patés y otras delicatessen de la tierra. Cuándo él estaba en la cabina arreglando algunas pistas esparcimos por el suelo del estudio todo aquello y la cara que puso cuándo salió y le aplaudimos fue digna de verse.
Luego escuchamos todos los temas, tal y cómo están, sin mezclar... y tuvimos la sensación de haber hecho el mejor disco del mundo. No sé qué pensará la gente cuándo lo escuche, pero nosotros sentimos que hemos dado absolutamente todo lo que llevábamos dentro, que hemos hecho un disco sincero, honesto y ambicioso... exáctamente el disco que queríamos hacer. Suena cómo un trueno, y eso que aún no está siquiera mezclado.
Me encanta que las cosas hayan ido sucediendo cómo han sucedido, porque eso nos ha hecho crecer a todos. La sensación que tengo ahora mismo es que todo el mundo en esta producción ha dado lo mejor de sí mismo. Recuerdo a Jesús, Pedro y Yeni, del estudio, perdiendo horas de trabajo y sueño para resolvernos los problemas de los primeros días, aportando lo mejor de sí mismos para que estuviésemos cómodos y no nos faltase de nada. Recuerdo haber conocido a Rafa, un pedazo de crack al que no había visto antes y que es un tipo de lo más interesante.
Este diario no termina aquí, porque continuará cuándo mezclemos y con el resto del proceso, aunque eso será dentro de algunas semanas, pero no quiero cerrar este capítulo sin decir que Alfonso me parece, no sólo el mejor de los productores, sino también el mejor de los amigos. Tampoco quiero terminar sin agradecer en nombre de todo el grupo todos los desvelos de Jesús, Pedro y toda la gente del estudio... y sobre todo a Yeni, un hombre generoso, un buen amigo, un tipo sensato que nos ha dado la oportunidad de vivir una experiencia única e irrepetible. Nunca tendremos tiempo suficiente para agradecerle esto.
Hoy comeremos en un chino para despedirnos de Alfonso, que vuelve a Sevilla a grabar el nuevo disco de Orthodox y terminar de montar su estudio. Han sido días intensos y es bueno descansar, pero vamos a echarle mucho de menos, lo sé. En fin, en enero volverá y retomarenos el disco por dónde lo hemos dejado, es decir, empezando las mezclas. En ese momento retomaré este diario.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario